lunes, 9 de junio de 2014

María Elena Candioti (Encuentro 2)



Segundo Encuentro con Maria Elena Candioti
Después de tres meses nos reencontramos en su casa con las mismas ganas de charlar.




¿Considerás que hay ciertas obras filosóficas que son de lectura imprescindible?
Sí, sin duda. Es difícil hacer una selección, pero bueno, creo que Platón es imprescindible. No es justamente Platón un pensador al que yo lo he dedicado tiempo, no lo hablo a título personal, pero me parece que iniciarse en la filosofía de Platón te abre las puertas a la filosofía.  Sin menoscabar lo que pueda haber antes de Platón, pero me parece que es uno de los pensadores que te despiertan la pasión filosófica. Y bueno, creo que Aristóteles también es importante. Por supuesto que leer la obra aristotélica no es para todos; y en toda su magnitud, habrá opciones. Pero alguna cercanía a Aristóteles, a su estilo de pensamiento, a su manera de conceptualizar, sistematizar, de pensar la filosofía como un cuerpo sistemático, organizado, argumentativo, me parece que es importante. Yo creo que la obra aristotélica, aún cuando sea –me parece- de ardua lectura y no tiene la maravilla poética de Platón (risas),  muestra una manera de hacer filosofía que es fundante para la filosofía, para la ciencia, para lo que se entiende como racionalidad filosófica. Me parece que Aristóteles en ese sentido es ineludible. Y después…¡qué difícil! ¡¿Cuántos habría que seleccionar?! Yo creo, pese a que en este punto puede haber opiniones en contra, que hay cuestiones relevantes en la filosofía medieval…Digo que puede haber opiniones en contra porque hay planes de estudio en los que hay como un salto de la filosofía griega a la filosofía moderna. Yo creo que hay cosas muy importantes en la filosofía medieval: la cuestión metafísica, el problema de los universales. Lo miro desde la  óptica de la teoría del conocimiento y me parece que sigue siendo un problema todavía vigente y que los medievales  de hecho, han aportado mucho. Es muy difícil decir tal o cual obra, es un mundo demasiado grande…
Claro, como espacio donde emergen esos problemas…
Como espacio de reflexión. Yo creo que no es para olvidarlo, aún cuando en muchos casos aparezca en ese clima de la fe; pero si nos ponemos a pensar, toda filosofía se da en cierto contexto determinado de ideas, de supuestos que están incidiendo.

Sí o que cada filósofo argumenta y termina por defender su sistema.
Claro, una cosa es  eso; pero no solamente por esa defensa. Hay aquello que Wittgenstein  mencionaba como ese lecho de rocas, esas creencias de fondo… Toda filosofía tiene una especie de base, de lecho de rocas, que después podrá moverse, cuestionarse, pero allí está. Bueno, lo que quiero decir es que no pasaría tan livianamente  la filosofía medieval de un salto. [Pedro] Abelardo, [Santo] Tomás, [Duns] Scoto, [Guillermo de] Ockham,  me parecen pensadores realmente interesantes. No sé si ustedes los ven en la carrera, porque es enorme, son siglos…
Nos pasa un poco eso, empezás muy desde el comienzo y después te cuesta llegar a los últimos autores que son, bueno, justamente Ockham, Santo Tomás, por una cuestión de tiempo. No sé ahora que se integró una nueva profesora en la cátedra si se pueden repartir aún más un poco los temas, pero a nosotros nos pasó un poco eso.



En profundidad vimos San Agustín, por ejemplo.
Bueno yo creo que por ejemplo Santo Tomás, tiene un modo de análisis de lo que es la cuestión filosófica,  un ejercicio de un método filosófico, que me parece buenísimo. Ante una determinada pregunta, (si podemos conocer sin la sensibilidad, por ejemplo), analiza en primer lugar opiniones contrapuestas: fulano dijo esto, fulano dijo lo otro…

Que es algo muy aristotélico.
Esa confrontación de las ideas, para luego asumir:  “respondo de tal forma…” a mí me parece que como método de discusión filosófica, es realmente valioso.  Es una forma hasta de organizar el pensamiento…Hay filosofías que entusiasman (risas) y otras que son, a ver como diría, formativas de una manera de pensar…

Que organizan…
Sí, que organizan. Otra cosa son los tomismos dogmáticos que pudieron venir después, no estoy hablando de eso. Estoy hablando de lo que se puede apreciar de un pensamiento original que descubrimos en base a los textos. Esto nos permite ver en ese clima cómo se pensaba, cómo se analizaba, cómo se confrontaba; y a mí me parece que eso es muy valioso.

Bueno, filosofía medieval, ¿y después?
Y después, a ver ¿qué es lo ineludible…?  Es muy difícil esto de seleccionar y saltear, eh. Yo sé que ustedes trabajan mucho Renacimiento y me parece fantástico también. Yo no conozco mucho el Renacimiento…

Sí, lo trabajamos con Fernando [Bahr]
Sí, lo sé.  Como no conozco en cierta profundidad esa etapa no podría  señalar con fundamentos tal o cual lectura; pero creo que es un momento importante como gestación de la filosofía y la ciencia moderna.  En  filosofía moderna, ¿qué es imprescindible?… Estoy tratando de pesarlo mirando no sólo  los que me impactaron a mí…

Esa es otra pregunta.
Bueno, me parece ineludible Descartes, estoy diciendo absolutamente lo obvio, pero es así. Y Kant.
¿Hume no?
Sí,  Hume también. De idealismo alemán, y lo digo con todo respeto por ese pensamiento- sé muy poco. Reconozco que ha tenido un peso histórico enorme, pero no he tenido un acercamiento a los textos como para  priorizar alguno de ellos. Cuando estudié me entusiasmó Schelling por ejemplo, esa dimensión estética de su filosofía…; pero la verdad que estaría hablando muy en el aire si intento señalar textos. Entiendo que Hegel es ahí tal vez la figura históricamente más fuerte….Tomen esta indefinición  como un límite personal. Me ha resultado difícil meterme adentro de ese pensamiento cuando me he puesto a leerlo y estudiarlo…  He tratado de ser disciplinada y leer…pero realmente hay filosofías que a uno lo atrapan y otras que no.

…que son como el Mar Muerto, que te sumergís y te vuelven a traer a la superficie…
Pero tratás, tratás de comprenderlo,  porque te resulta inaceptable  no poder entrar del todo en una forma de pensar. Pero te das cuenta después,  cuando lo querés  volcar en una clase o lo que fuese, que algo te faltó en la comprensión,  tal vez en la captación del núcleo,  de lo que le da sentido a esa filosofía y que te permite, aunque no estés de acuerdo,  interpretarlo.  Éste es el problema. Me parece que uno entiende -así estés en total desacuerdo-  cuando  se capta qué es lo que está preguntando un filósofo  y con quién se está peleando; cómo se argumenta a sí mismo y cómo está argumentando a otro. Bueno, eso es lo que me costó entender del idealismo alemán.
¿Qué otros…? me parece que va a ser una lista demasiado larga…Estoy mencionando los textos que  me parece son los que tiene que  ver un estudiante de filosofía, haberlos leído aunque sea alguna vez, aunque más no sea para esa experiencia que les acabo de contar respecto al idealismo alemán.  Creo que tiene que intentar conversar con ellos, después decide si sigue o no. Marx es otro de  los que tiene que ser leído (silencio). A mí Nietzsche me atrapó allá lejos y hace tiempo, después me enojé con Nietzsche.  Una cosa es cómo escribe, que es fascinante, y otra su propuesta.  No me convence lo que dice Nietzsche, pero creo que hay que leerlo. Bueno, en lo contemporáneo hay un abanico tan grande que  sin duda se van a mezclar mis opciones personales a la hora de mencionar .…Creo que hay que tratar de penetrar un poquito y de discernir ese abanico y luego hacer ciertas opciones.  A ver, no podés ponerte en profundidad en todos y cada uno de ellos, por eso es tan difícil poder abordar una cátedra como contemporánea. Porque no tenés un trabajo de historiador ya hecho, una tradición, un canon. En filosofía contemporánea tenés que estar incluso corriendo detrás de las publicaciones últimas como para actualizarte. Esto es lo que me parece a mí, chicas; estoy hablando no desde el deber ser, sino desde mi manera de entender las cosas. Empecemos: creo que hay que leer algo de filosofía analítica…

¿Por ejemplo?
Carnap, por ejemplo.  Y por supuesto, Wittgenstein. Creo que hay que leer también algo de pragmatismo… Creo que hay que leer fenomenología, creo que hay que leer hermenéutica, creo que hay que leer Foucault. ..Creo que hay que leer a los italianos que están trabajando ahora en biopolítica… Bueno, es enorme el panorama y, en serio, hay que tomar ciertas opciones…  Una vez que se vio este panorama hay que decidirse a estudiar más a fondo uno o dos autores como para poder  reconstruir su pensamiento. Es muy difícil tener quince, veinte obras y  penetrar en sus propios lenguajes, para luego hacer tu propia síntesis de todo…; es difícil. Las cátedras de contemporánea muchas veces se han armado con dos o tres profesores para poder cubrir distintas áreas, donde cada uno pueda responder de la suya. En cuanto a mis opciones personales, para mí el camino de la filosofía contemporánea fue fundamentalmente a través de Husserl, y Merleau-Ponty.  Últimamente he trabajado Putnam  y el neo-pragmatismo;  pero si Putnam  me ha interesado es justamente porque  convoca también a una apertura  a ciertas tradiciones, y señala en especial la necesidad de consultar con la fenomenología…Veo una convergencia importante en ciertos temas.  Me interesó porque algunos de los problemas que a mí me quedaban pendientes de la fenomenología vi que se abordaban desde esta otra perspectiva, desde otro marco teórico, desde otra tradición, y  era entonces interesante ponerlos en confrontación. ¿Quiénes pesaron en mí más fuertemente?

Claro, esa era la pregunta, las influencias.
Husserl y Kant.

Y cronológicamente, Husserl y después Kant, o con Kant desde que te encontraste…
No sé, no podría decir cuál fue para mí primero…cronológicamente y qué importancia les di.  Yo venía de la Universidad Católica como ya les comenté, y para nosotros lo fuerte era tomismo, un tomismo que intentaba ser renovado, que era interesante. Y un poco la cara visible de eso era Raúl Echauri, quien seguía la línea de Gilson…

Nosotros leímos un texto de él, sobre Parménides, el ser y la existencia…
Sí. Echauri trabajó además mucho Heidegger, pero su corazón era tomista; o era un tomista que miraba a Heidegger.  Estas eran cosas que discutimos bastante; él era un profesor de esos con que uno discute.   La formación de la facultad,  si  queremos hacer cronología, bueno, era básicamente tomista;  pero teníamos profesores que abrían otras líneas…Y Heidegger, en ese momento,  se trabajaba mucho; teníamos Heidegger hasta en la sopa (risas). Sí, sí, sí; aunque nos presentaban cada uno distintos Heidegger: uno era el de Echauri, otro el de  Nimio de Anquín,  un profesor muy reconocido que venía de Córdoba… Y estaba también, ustedes lo conocen,  Rubén Vasconi. Yo les comenté ya alguna vez….


Sí, que él daba Antropología filosófica.
Y bueno, ahí veíamos  las nuevas líneas en filosofía. Yo me fijo en las fechas en las que Vasconi nos estaba dando esto, Merleau-Ponty, Marcel, Heidegger,  y me doy cuenta de que sacaba los libros fresquitos, en cuanto se iban publicando…Bueno, esa fue una formación interesante.

Y después Husserl.
Y después, cuando empecé a investigar acá en la Universidad del Litoral (yo les conté que en aquella época se abrieron los grupos de investigación)  empecé a trabajar más a fondo Husserl; mi tema era la Quinta Meditación cartesiana, el tema de la intersubjetividad.

¿Te había quedado algo pendiente de tu carrera? o sea, ¿habías visto algo de Husserl y te quedó ahí?, o ¿por qué con Husserl?
A mí siempre me han gustado las filosofías más de tipo argumentativo, de fuerte tendencia racional digamos; por eso me gusta Husserl, por eso me gusta Kant; por eso Nietzsche me gusta como escribe,  pero no me convence… Son inclinaciones que uno tiene. A Husserl lo había estudiado poco, y no era la parte más interesante de Husserl lo que vi en la facultad. Pero el que me sugirió el tema cuando yo le dije que me gustaría trabajar fenomenología…   (A veces uno se engancha con los temas por discusiones que tiene con sus compañeros…)

Sí, por algunos momentos que uno cree que son casuales…
Sí, a lo mejor una discusión que salió hoy y te resultó interesante…Y bueno,  el que me lo sugirió el tema fue Virasoro. En ese momento –te estoy hablando del año 71- esta Quinta Meditación cartesiana era prácticamente una cuestión  sin trabajar, al menos en castellano. Se había perdido la traducción de Gaos… Hoy el tema de la intersubjetividad está absolutamente trabajado pero en ese momento era un tema todavía poco explorado… Y bueno, me puse a investigar eso, fui luego al tema del “mundo de la vida”, de las otras obras de Husserl.. Y sí, me atrapó, me pareció un pensamiento muy convocante.
Y respecto a Kant… Durante los años y años y años en que he transitado la teoría del conocimiento, siempre me pareció Kant realmente un pensador genial, alguien que dio vuelta la filosofía; que no es simplemente una frase hecha la del giro copernicano. Me parece que realmente es un referente ineludible.  Y un clásico, hoy se sigue trabajando Kant, y hay nuevas lecturas  de plena actualidad.

Una obra imprescindible para alguien que se está formando sería entonces la Crítica de la Razón Pura. 
Sí, y la Fundamentación de la Metafísica de las costumbres, no solamente la teoría del conocimiento.  Y también  la Crítica del Juicio…Yo creo que seas o no seas kantiano, la filosofía contemporánea no puede dejar de  considerar a Kant. Entre los que me olvidé de mencionar  respecto a lo que habría que leer, creo  que hay que tener en cuenta a Habermas. El pensamiento de Habermas es muy esclarecedor, porque también tiene eso de  analizar distintas líneas para luego discutirlas, cosa que no debe hacernos ahorrar leer esas otras líneas ¿no?  Con esto quiero decir que Habermas es uno de los filósofos que- a mi juicio-   introduce al lector  en la filosofía contemporánea, exponiendo distintas concepciones para su discusión y  tomando de ellas lo que le parece adecuado. Después queda en tu responsabilidad filosófica ver cómo las leyó, ver si tiene razón en esa interpretación;  creo que hoy es uno de los filósofos más importantes. No sé por qué  lo pasé por alto antes;  por resultarme familiar a lo mejor, porque yo lo he leído mucho. En síntesis,  me parece que hoy no se puede dejar de considerar, aunque no para  volverse necesariamente habermasiano. Eso cada uno verá si le resulta convincente. Como hay que leer a Rorty, no? Creo que también hay que leerlo.

Hay tantos… (risas)
Hay muchos, sí, por eso les digo, hablar de filosofía contemporánea es complejo. No sé qué autores trabajan ustedes.

La línea analítica; al menos en nuestro año con Dante [Klocker] trabajamos Heidegger, después en la línea analítica vemos Frege, algo de Russell, Wittgenstein, Carnap…Actualmente dan algo de Sartre, de Foucault y no recuerdo que más…
Bueno, Sartre es muy interesante también. En nuestra época de estudiantes Sartre era la figura más mediática tal vez; la que circulaba con más fuerza. Se representaban obras de teatro, se leían había novelas, tenía otra llegada. Era además la figura del intelectual comprometido que formaba opinión.

Pasamos a la pregunta siguiente que tiene que ver con filosofía y la formación académica en filosofía. Hay dos tipos de pregunta, o tres en realidad. La primera es un poco general y es ¿qué pensás de la formación filosófica en la universidad argentina? Quizás a partir de alguna experiencia…
Eso me deja pensando hasta dónde llega mi conocimiento; conozco sólo algunas.

O quizás conoces relatos de otras experiencias…
Esa pregunta creo que tiene  distintas dimensiones; una cosa es la formación filosófica, que probablemente sea lo que ustedes me están preguntando, en las carreras de filosofía;  pero también cabría preguntarse por la formación filosófica en otras especialidades, lo cual es un tema más difícil y más discutido porque  en ese caso no se trata solamente de ponerla en el plan de estudios sino de pensar cuál es la entrada específica que la filosofía tiene en cada carrera. Y eso no dejen de preguntárselo porque ustedes no saben dónde van a tener que desempeñarse…No sé si la idea de ustedes o de la mayoría es hacer docencia, pero docencia en la carrera de filosofía la hacen algunos y otros van a la carrera de derecho, de ingeniería, de matemáticas, de ciencias de la educación…

¿Y qué nos podés decir de eso?
He pasado por las dos cosas, por eso he tenido la pregunta. Por supuesto siempre es más fácil dar clase en la carrera de filosofía, más fácil en este sentido: ya tenés una batalla ganada, porque el que está ahí es porque le gusta la filosofía. Tenés otro tipo de trabajo que es el de profundizar tal vez más en los temas.

Sí o quizás también después con alumnos más avanzados el lenguaje que hablás, no tenés que explicar, no tenés que dar cuenta de…como que hay supuestos.
Ese es justamente el punto: cuando das clases en otras carreras hay una primera barrera que es el lenguaje, son lenguajes distintos, y como ustedes saben, lenguajes distintos significan distintas formas de vida y de pensamiento y de criterio… yo creo que esa es la principal dificultad en que hay que verse. Darse cuenta de que el modo de pensar, de hablar del estudiante de otra carrera no es el mismo que uno de filosofía.

¿Y qué función creés que puede tener una materia de filosofía en una carrera diferente, como ingeniería, etc.?
Y en primer lugar te diría la formación crítica, un estudiante universitario no puede ser un mero profesional de lo técnico…

Hombres de hechos…
¡Claro!  Es lo que dice Husserl respecto a quienes se restringen a situaciones de hecho, sin cuestionarlas…Además lo que señala  Kant  en El conflicto de las facultades … Cuando el hombre no tiene madurez –madurez en sentido kantiano- lo que busca es que el médico, el psicólogo, el técnico, el sacerdote, le den las respuestas hechas; de ahí que hay ciertas facultades que parecen encargadas de formar profesionales capacitados para proporcionar estas respuestas. ¿Pero la formación en la capacidad critica que permite juzgar y tomar decisiones? …Lean ese texto porque realmente es muy sugerente.  En definitiva sin esta capacidad crítica, ¿qué estamos haciendo en la universidad? O reproduciendo lo que la sociedad está exigiendo según pautas establecidas, o lo que le interesa al “príncipe” o a las clases dominantes –Lo de las clases dominantes tal vez no sea el lenguaje kantiano…



Pero Silvia [Schwarzböck] también una vez nos decía que Kant se daba un poco de cuenta…
 
Claro…También  se refiere a las aspiraciones de los padres, según las pautas  y valoraciones vigentes. Es decir, lo que se busca es responder a intereses que no son precisamente el interés crítico que cualquier profesional universitario tiene que tener. Yo creo que la filosofía tiene fundamentalmente esa dimensión: más que aprender el pensamiento de tal o cual autor…uno siempre puede entrar -a través de un autor, de un texto- a un análisis de lo que está haciendo como propio, del propio saber; a un posicionamiento crítico ante la sociedad, sus pautas, sus valoraciones. La filosofía siempre apunta a eso: tomar distancia respecto de lo instituido y poder tener una mirada crítica. Yo creo que en otras carreras la función fundamental de la filosofía es esa. Por eso me parece que no  se puede ir con una filosofía armada, cocinada, que se la tienen que aprender de memoria, porque  con eso vas al fracaso.

¿Y tendría que ser también adecuada para cada carrera…?
Y yo creo que hay que partir de cuáles son aquellos intereses donde ellos ven que hace falta esa pregunta crítica.

¿Tomaría la forma de una epistemología?
Sí, en parte. No sólo eso.  Recuerdo que cuando trabajaba en la Facultad de  Derecho, con los alumnos que recién entraban a la Facultad,  empezaba las clases preguntando, por ejemplo: o “¿cuál es para ustedes el objetivo de la carrera?”. “Ser un buen abogado”- decían casi todos  Pero ¿qué es ser un buen abogado? Me ha pasado muchas veces que respondieron: ganar los juicios, tener un estudio exitoso, la palabra justicia salía poco y nada (risas). En serio, es interesante hacer esas preguntas. Les estoy hablando de muchos años atrás, no quiero decir que todos querían lo mismo, pero a mí me ha pasado eso. Bueno… ¿qué es la justicia?, es de esas palabras que todo el mundo parece saber qué significa.  Y un poco  “socráticamente” volvía sobre el término: pero ¿qué es la justicia?,  para que se fueran abriendo cuestiones filosóficas.  Por eso digo, no es sólo un análisis epistemológico; es poder un poco cuestionar lo obvio, porque eso obvio es lo que te está condicionando en la manera de entender tu profesión, tu manera de estar en la sociedad.  También tu relación al saber,  y aquí si, llegamos a lo epistemológico. El  recurso a lo epistemológico  sí lo usaba más cuando tenía una carrera como ingeniería química o matemática y física. No hay recetas en esto, no hay recetas. Me parece que se trata de poder sacudir esas convicciones demasiado instituidas para lograr una mirada crítica y permitir justamente el dialogo.  Eso ya lo hemos conversado otras veces: no hay filosofía sin diálogo, sin discusión. Una filosofía con un cuerpo ya armado dejó de ser filosofía, murió como tal. Digo un cuerpo cerrado; no estoy hablando del carácter sistemático o no. Hay filosofías que son más sistemáticas otras que no;  y no es contra el carácter sistemático lo que estoy diciendo  ahora sino contra el carácter de lo cerrado,  de lo que ya no se discute más; de lo que se afirma que es así porque es así.

La docencia en ese caso sería como un lugar en el que se desarrollaría esa discusión.
Sí, creo que es el lugar donde no solo los alumnos aprenden sino también los docentes aprenden. Y donde hay que tener un enorme cuidado,  porque  la reiteración es siempre un riesgo. A todos nos ha pasado, lo hemos conversado con los colegas y le puede pasar a cualquier ante las exigencias de preparar una clase.  Al no tener mucho tiempo recurrimos a lo que ya preparamos el año pasado.  Y todos lo hemos hecho;  pero hay que tener cuidado de que no se convierta  en una especie de paquete ya armado.  Y  puede   suceder  que llegue  un momento en el que vos no sabes si lo que estás diciendo es realmente Kant o tu versión de Kant, pasada por esos apuntes y repetida  múltiples veces. El texto, la discusión con el texto, me parece que en este sentido es fundamental. A lo mejor lo leíste diez veces pero….siempre surge algo nuevo.  Más de una vez, con un libro que todos los años trabajo en clase, como es la Crítica de la razón pura, me ha sucedido   que por  allí  salta una frase, una palabra que no había visto hasta el momento, aunque lo había leído 80 veces antes. No le había prestado la suficiente atención;  porque hay cosas que uno las puede ver  sólo cuando ya pasó por otras; o porque leíste otro autor que señaló un problema que  te había pasado desapercibido. Por otra parte, hay que poder reconocer  las limitaciones de cada uno. Y lo que no se sabe, no se sabe. Hay que poder decir no sé. Y los alumnos valoran mucho en general, me parece, cuando uno dice “esto no lo sé”. Imposible saberlo todo, hay que decirlo, es mucho más honesto. Bueno esos son como “consejitos” para dar clase.

¿Qué diferencias encontrás entre tu propia formación académica y la formación cuando vos cumpliste el papel de docente? ¿Si notaste cambios de materias, por ejemplo?
Y sí.  De materias sí, y eso tiene que ser así. Que haya cambios de materias me parece que tiene que ser así porque hay que estar atentos a los cambios, a los problemas contemporáneos, a la movilidad de disciplinas también. No son las mismas disciplinas las que se veían antes que las que se ven ahora. Epistemología no había en mi carrera, por ejemplo. Después me dediqué todo el tiempo a epistemología pero no era una materia que estuviese en mi plan de estudios. Filosofía del Lenguaje tampoco estaba.

¿Estética? ¿Filosofía de la historia?
Esta última no; y es una materia interesante. Estética la vimos muy bien. La vimos con Rosa María Ravera, quien luego se dedico a la semiótica. Hay que estar atentos a cuáles son los problemas. No creo que haya ninguna fórmula, ni que pueda decirse: éste es el currículum ideal  para filosofía.  Sí  creo que hay que mantener las historias, a las  cuales yo le daría un año completo a cada una.  

En la nuestra es así pero hay otras universidades en que no.
Sí, en algunas universidades son cuatrimestrales. Cuando yo cursé, (no significa que sea el modelo, simplemente les cuento lo que era), se daba, por ejemplo  la historia   de la filosofía  antigua, y como una materia paralela, “Comentario de textos de filosofía  griega”. Hacíamos el desarrollo teórico y después como otra materia, -que se rendía aparte y demás-, se leía el texto en clase.  Una especie de taller de lectura. De medieval, de moderna, de contemporánea; de las cuatro historias teníamos el correspondiente taller. Eso es bueno. Porque no es lo mismo decir Kant dice esto, esto y esto, que estar en clase discutiendo. Es como redoblar la carga horaria y las entradas a la materia.
Otra cosa que veo como distinto, digo a grandes rasgos, es la formación en idiomas clásicos. Ahora veo poco. Hay carreras que no tienen. En la UBA hubo un momento que tuvo una fuerte carga horaria de idiomas clásicos y después ya no...  La formación en idiomas clásicos es algo muy bueno. Y por supuesto en idiomas contemporáneos; pero eso sí en general se atiende en casi todas las carreras.
En cuanto a las materias, insisto, habrá que estar atentos a por dónde se va moviendo la filosofía, cuáles son los temas que justifican que se le haga un espacio propio. Ni siquiera hoy podemos decir que sean tales, tales y tales las disciplinas filosóficas; han aparecido un montón  de disciplinas nuevas y bienvenido que así sea; y del mismo modo se conformarán otras, seguramente.
En cuanto a la formación  que se da en distintas partes del país...  No sé hasta dónde llega mi conocimiento sobre eso. Creo que la UBA sigue siendo un referente importante, porque además hay muchos institutos de investigación; deben tener bibliotecas que nosotros [no tenemos]… y tienen otra tradición. La Plata creo que también es un lugar importante; Córdoba, y más que eso no conozco cómo están funcionando. No quiero decir que las considero menos, simplemente no conozco. No conozco como se está trabajando en Cuyo, por ejemplo.

Pensando en las universidades de Santa Fe, Paraná, que son en las que vos trabajaste... Si tenés que pensar en el perfil del alumno que se forma, ¿te parece que es parecido, en UADER, en la UNL, en la UCSF?
Hace años, años y años que no trabajo en la Católica, así que no conozco mucho la situación actual. Sé que tienen una Licenciatura. La verdad no quiero entrar en un terreno en el que no puedo opinar demasiado. Y en UADER más que la formación que se da (porque tampoco conozco el plan) conozco a la gente que está trabajando. Son en buena parte los mismos que están trabajando en la UNL, Gerardo [Medina], Dante [Klocker], Manuel [Berrón], Ricardo [Cattaneo], Manuel [Dahlquist].  Respecto a  los otros …  Sé que  Lambruschini  está en la carrera. No sé si lo conocen;  él ha venido varias veces a seminarios, jornadas. No  a dar cursos, sino a escuchar y a participar en discusiones.
Por otra parte, y más allá de los planes, una cosa que veo y que hace unos cuantos años no se advertía  - al menos esta es mi  impresión personal-  es que ahora hay una cierta planificación de la futura carrera de investigador por parte de los estudiantes. Antes no soñábamos eso.

¿Qué soñaban?
 Creo que pensábamos más en… No es solamente lo que nosotros queríamos, sino lo que se daba como más visible…  Creo que la meta de la mayoría, no digo de todos, era dar clases y hacer investigación en función de eso. A la carrera de investigador se presentaban pocos; me parece que  se pensaba en eso después de la titulación. Pero eso también tiene que ver no solo con un cambio espontáneo en la mentalidad sino por las exigencias que te presentan para entrar a la carrera de investigador. Si esa es tu meta, es lógico que se vaya pensando desde antes.

¿Estás de acuerdo en que sea tan pronto, que los tiempos sean tan apurados?
Yo creo que a veces son muy apurados;  pero no solamente en filosofía es eso. En otras carreras hay quienes no se presentan a rendir si no apuntan al diez,  por ejemplo, porque saben que el promedio para las becas  les puede funcionar.  A ver,  yo no creo que esté mal mientras no sea forzado o se convierta en el mercado; no sé si soy clara en eso.

Pero necesariamente parece funcionar de esa manera…porque tenés que estar produciendo resultados…
La cuestión es que no sea el papel por el papel. Me parece que hay personas que tienen esa capacidad de producir, que pueden hacer buenos trabajos, serios. Y eso está bien,  porque sino ¿cómo mostrás que tenés  capacidad para hacerlo? Ahora,  hacer un papelito porque lo tengo que presenta para hacer número… Hasta creo que en eso están equivocados, porque  no se mira el alto de papeles sino la calidad del trabajo. En eso sí diría que hay que tener cuidado de  no caer en la desesperación, y presentar cualquier cosa porque necesito el papel.   


¿No se corre un riesgo? Es una opción y que se puede manejar; pero a la vez se puede estar corriendo el riesgo de verse transformado por todas esas prácticas que uno tiene que cumplir.
Yo creo que son opciones. Ustedes verán  entre sus compañeros quiénes dicen: “esto a mí no me interesa; yo prefiero esto otro. No me voy a esclavizar en un sistema en el que tenga que estar continuamente produciendo, produciendo, produciendo.”  Hay  quienes están interesados en una carrera de investigación estructurada, y que tienen  capacidad productiva y  les encanta; y otros que dicen no, esto no es para mí. Son opciones personales. Yo lo único que les puedo recomendar es que no caigan en la trampa de hacer el papel por el papel, porque eso así no sirve; con el tiempo, eso se advierte. Ser serios en lo que se hace; es lo único que les puedo recomendar. Tiene que ver con  decisiones personales, con capacidad y seriedad para hacerlo. Y no es la única  posibilidad en filosofía; también hay que tener presente eso. Uno puede hacer filosofía en la cátedra, y puede investigar también sin ser investigador del CONICET. Hay opciones. Uno tiene que pensar: esta opción me va a exigir esto y esto ¿puedo?, ¿quiero?  Me parece que pasa por ahí. Yo no soy nadie para dar consejos de vida.

El problema, imagino, de la salida laboral del que está estudiando filosofía, es un problema que existió siempre…
Hay que ser bueno en lo suyo y eso es para filosofía, para abogacía, para ingeniería, para los contadores, para los dentistas y para todos.¡ Cuánta gente se ha recibido de  dentista, por ejemplo-  y no tienen trabajo! Eso sabemos que es así. Eso es otro problema que pasa por la planificación de la universidad, me parece. El hecho es que no solamente se trata de un problema de la carrera de filosofía. Creo que en eso hay un cierto mito, hay ciertas carreras que suscitan la pregunta: “¿y en qué vas a trabajar?” Y los papás se preocupan mucho.

Por algo hay esa preocupación, donde está la base de que el camino de abogado es más fácil que el que estudia filosofía…
Yo creo que son construcciones  y valoraciones sociales. Pero se ve que no es tan así. En general no he visto problemas de trabajo para la gente de filosofía. Por supuesto, como toda carrera está lo que cada uno se propone.  Si vos querés ser de repente titular de una cátedra de contemporánea en la carrera de filosofía, y no… Hay que pasar por varias instancias previas para poder acceder a esos cargos. Pagar el derecho de piso, como se dice. Hay que hacerse; hay gente que no consigue trabajo porque parece ser muy selectiva: que esto no es para mí, esto no es lo que yo quiero… Y no, en principio no encontrás todo lo que querés; es así. No es que van a salir y mañana ya tienen todo resuelto…Algunos sí, ya se vienen preparando para entrar en becas, etc., etc. y encuentran continuidad. Pero también me parece que … ¿poner todas las expectativas en eso? Puede ser frustrante, porque hay cupos y la torta es limitada.  Personalmente no creo que esté mal aspirar a las becas; al contrario: se te dio la oportunidad de estudiar tres, cuatro años más…Pero hay que abrir la cabeza a otras posibilidades, tener varias velas prendidas (risas). Y la docencia  también es un poco así; uno aspira a tener todas las cátedras, todo el trabajo en un mismo lugar; pero al  principio, hay que tener acá, pero también  un poquito allá,  por si  esto  es sólo un reemplazo y se acaba pronto. Pero en ese caso al menos ya te conocieron en dos lugares diferentes. Me parece que hay que pensar que... la carrera es eso: es sacrificio, estudio, disciplina, y  que uno tiene que hacer lo mejor posible en  el lugar que le tocó o pudo acceder. Y si sos bueno, vas a tener trabajo. Yo no veo que sea un serio problema en filosofía.  Y tener como alternativa distintos  lugares: en profesorados, en el secundario, en otras carreras. Nadie puede aspirar a acceder directamente a un trabajo definitivo; además enseguida tampoco vas a vivir con un trabajo de una ayudantía. Para poder ir haciendo carrera en una materia tenés que ir pasando, formándote al lado de otro que arme la programación,  que te sugiera textos. No se puede entrar de golpe; eso es lo más angustiante que te puede llegar a pasar. Hacer un programa solo,  si no tenés una experiencia en otros grados, niveles, o cargos, se hace muy difícil.

¿Pensás que un filósofo o alguien que se dedica a la filosofía se puede comprometer con ciertas convicciones políticas o puede vincularse prácticamente con la política?
¿Por qué no? Poder, puede. Puede optar hasta por cargos políticos, ¿por qué no? No sabría dar ninguna razón por la cual no. Depende como se entienda la política también…

…y la filosofía
Y la filosofía, claro. Si vos entendés que ser diputado, senador, legislador o lo que fuese de un partido político es votar a cuerpo cerrado,  ahí creo que entramos en problemas. Porque ya no tenés criterio, no tenés posibilidad de pensar.  Por eso depende de cómo se entienda  la participación política. Yo creo que representar un partido político no necesariamente significa levantar ciegamente la mano por el sí o por el no que mandan desde arriba. Repito, es mi opinión y es mi manera de proceder incluso en pequeños ámbitos políticos, como el consejo de una facultad. Creo que ese es también un ámbito político. Yo he sido consejera y  me ha tocado a veces aclarar mi posición: no voy a votar en contra  del  otro, perteneciente a otra lista, simplemente por ese motivo, porque estaba en la otra lista. Así yo no entiendo las cosas y no voy a aceptarlo. Me parece que tiene que ver con eso.

Lo que pensábamos era, si te parece que una persona que se dedica a la filosofía se podría vincular o comprometer prácticamente con la política o ese compromiso implicaría un abandono del lugar del crítico.
Es que yo creo que en “política” no tiene por qué abandonarse la tarea crítica y una cierta independencia de criterios que incluso permita discutir dentro de su propio grupo lo que fuese. Si por político entendemos una bajada de línea de la que no te podes mover, creo que  allí  si  puede armarse un conflicto con la posición crítica que la filosofía siempre exige;  por lo menos, es mi manera de entender la filosofía. Creo que el político no tiene por qué ser un ciego soldadito.

¿Del mismo modo el que se dedica a la filosofía no tiene que ser un mero contemplador de la realidad?
Yo creo que se hace política de muchas formas. Voy a recurrir a Derrida en este caso. La filosofía es oblicuamente política. No es que directamente esté ejercitando la política, pero cuando estás en la clase, cuando estás en tu trabajo, cuando estás participando en un debate… es ya una forma de participación política, según una manera de pensar. Me gusta esa frase de Derrida: “es oblicuamente política” ¿Eso quiere decir que te desentendés? ¡No! Quiere decir que hay distintas instancias de participación ciudadana, política.

 
Sí, como que tener un discurso ya es posicionarse de algún modo.
Yo creo que sí. Cuando tomás una postura frente a la educación, por ejemplo. Cuando actuás como educador -hablo de educador porque es lo que me tocó ser a mí- ya eso, oblicuamente tiene una incidencia política, no es neutral. No es neutral porque es una forma de entender la vida, la sociedad, las interacciones.

Y con relación a esto, la pregunta que nos hacíamos es ¿cómo pensas vos de la idea de Husserl del filósofo como funcionario de la humanidad?
…siempre que le saqués a la palabra “funcionario” esa connotación tan  negativa que tiene a veces en nuestro contexto.

Bueno, responsable de pensar los fines de la humanidad.
…porque en nuestro contexto lingüístico y vital, “funcionario” muchas veces connota la idea de burócrata. No, eso no. Ahora, si lo formulamos de otra forma: “está en función de los fines de la humanidad”, ahí ya me parece que tiene otro valor y que lo que indica es ese compromiso en la praxis. Pero el compromiso en la praxis no necesariamente tiene que ser….

Estar afiliado a un partido…
Partidario, claro. Lo que pasa, bueno, me parece que tiene que ver con esa idea de que no podemos partirnos entre racionalidad teórica y, por otro lado, la práctica. Y mantenernos indiferentes y neutros. Hay valoraciones, hay maneras de entender las cosas, hay acciones y teorías que hacen un núcleo donde no hay cortes. Recuerden la frase aquella de Husserl: “la razón no se divide en teórica, práctica y estética”; la razón es una. En ese sentido, “en función” me gusta más que decir “funcionario”.

¿Y eso no pone a la filosofía en un lugar pareciera como superior o primero en una cierta jerarquía en relación con otros tipos de conocimiento?
Creo que puede sonar así: que tiene que pensar los destinos de la humanidad. Pero podemos leerlo en clave más humilde, diciendo: el filosofar tiene un sentido y es pensar el sentido de la humanidad. No que está pensando por los otros… sino que esa es la razón de ser del filósofo. Me parece que eso es lo que quiere decir Husserl. No quiere decir que otros no puedan pensarlo y que es el único que piensa y determina cómo son las cosas y los otros lo siguen. Yo creo que se puede leer en otra clave; y sobre todo en el contexto de la vida y la obra de Husserl. No ha sido una filosofía que se halla vinculada a bajadas de línea de otro tipo. Si el filósofo no piensa en función de esto ¿en función de qué está pensando? Si no piensa en función del sentido de la humanidad, en todos los aspectos que esto implica, cuál es su tarea?  No sé si es que yo lo quiero leer así, pero  de esa forma  me parece aceptable: la razón del pensamiento filosófico es pensar el sentido de la humanidad. No funcionario en el sentido del que ejerce la función, el poder y baja línea. Así no lo aceptaría; de ninguna manera. Pero no creo que sea el  significado que le da Husserl;  y esto me parece  leyéndolo en su contexto, no porque se me ocurra. Piensen que permanentemente está haciendo referencia a la búsqueda de sentido, a la búsqueda de la verdad como búsqueda de sentido; y esa es la pregunta del filósofo y ése es el tomar distancia ante al mundo tal como está instituido.  Considerando así que la actitud del filósofo es la actitud de la epojé, creo que hay que pensar dos cosas: una, cómo entendemos esa epojé; y la otra,  que no es el filósofo aquel personaje que está en las nubes mirando desde el plano teórico, sino que su función  romper con lo obvio, con lo instituido. Por eso tampoco puede ser el burócrata prendido al poder y dedicado a “bajar línea”, porque así se le acabaría la actitud filosófica.

Me parece que la pregunta que hiciste recién ¿sino está en función de la humanidad, en función de qué pensaría…?
…sería un pensar sin sentido.

…o un pensar muerto…. Ahora, se me ocurría que podemos establecer una relación con algunas cosas que charlábamos con Manuel; que él hablaba de una crítica del sentido, de desvincularse del sentido, ya no buscar más el sentido, sino… bueno, no sé bien qué, él tampoco determinaba qué sería entonces.
Sí, sin duda hay una diferencia. No sé como lo decía Manuel, no quiero interpretar las palabras de él. Pero me parece que lo que Derrida marca como diferencia respecto a Husserl es estar como más abierto a aquello que puede venir más allá de lo previsible del sentido  Ahí sí hay diferencia entre Husserl y Derrida. Son otros contextos históricos también. En eso Husserl es más “moderno”.

Sí, yo me río porque leo algo poco moderno en Husserl. Con esto de que yo quiero investigar para mi tesis algo, que cuando lo hablé con Luis, me decía, Husserl en ese sentido sigue siendo moderno.
Hay aspectos en los que está la modernidad aún.

Lo que pasa es que también en él estaría ese giro, atisbos de algo…
También él trata de ir más allá, de abrir otros horizontes;  después se verá hasta dónde puede llegar en este intento… [E: eso es, hasta dónde puede…]   La Crisis es justamente eso, una mirada retrospectiva, interrogante respecto a la modernidad. Hasta dónde puede, hasta dónde se filtró la modernidad en su pensamiento… hasta dónde las síntesis pasivas siguen operando…  eso hay que verlo…

Sí. Que su propuesta fue por el sentido, eso no se niega, ¿no? Que su proyecto haya sido…
…la búsqueda del sentido. No, creo que eso no lo podemos negar.

Sí, Manuel un poco lo que planteaba es que a él le parecía que casi toda la historia de la filosofía ha sido como una búsqueda por el ser, por el sentido, por la verdad. Me acuerdo que planteaba que en la filosofía antigua prevalecía la búsqueda de semejanzas, relaciones de semejanzas, y no eso que hace a la diferencia y que también está.
Claro,  lo que permite el desplazamiento.
Yo creo que eso es fuerte en Derrida y lo dice con mucho énfasis. De todas maneras,  creo que en la epojé hay algo de eso. Yo escribí un articulito  -que alguna vez se los pasé-  que se llama “ Epojé y Deconstrucción”, tomando esa frase de Derrida: “deconstruir es decir sí”.  No hay que tomar la deconstrucción como algo negativo; deconstruir  es decir sí a eso que adviene, a eso que está escondido; a eso que está obstruido y se pone al descubierto.  Pero la epojé también tiene una cierta veta similar: mostrar, en esa toma de distancia, qué es lo que puede aparecer. Aunque no son exactamente lo mismo. Después se lo paso.

O esta semejanza también, de volver a eso pero de otra manera. La deconstrucción también lo haría.
Claro; sin pretender que sean la misma cosa,  ambos movimientos se  dan como  ruptura respecto a lo instituido.  Lo he mencionado porque viene al caso de lo que estamos charlando.

A partir de esto, la pregunta que queríamos hacer, pregunta que quizá así planteada parece un poco obvia, si considerás que hay influencias de ideas filosóficas en los diferentes partidos políticos de la Argentina y si vos tenés simpatías por algún partido en particular.
Que hay influencias filosóficas creo que sí; algunas serán más asumidas, más conscientes que otras.  Eso ya sería otro capítulo, analizar cuáles serían las ideas filosóficas del radicalismo, del peronismo; me parece que sería enorme, pero sin duda creo que las hay. Y si tengo alguna simpatía con un partido o proyecto. A ver, te digo a quién voté: yo voté al socialismo. Los partidos tradicionales (peronismo y radicalismo) no sé si van a lograr dar una respuesta a lo que las exigencias del país hoy están necesitando. En general he votado por partidos más bien de izquierda. La última vez al socialismo;  pero pienso que el socialismo sólo no va a poder hacer nada -esto es una opinión de otro tipo- y que  tendría  que vincularse, más allá de las diferencias ideológicas que tal vez en otros momentos históricos no serían posibles. Me parece que la política en Argentina hay que repensarla desde muy lejos, muy a fondo. No he sido afiliada a un partido político, porque nunca me convencieron del todo, como para decir “bueno, me afilio”. Ahora he votado al socialismo y creo que seguiré votando en esa línea, pero la Argentina es muy volátil, los partidos mismos no mantienen la misma línea, así que… por ahora les cuento mi opinión, mi opción actual.  Creo que hay que repensar la política en Argentina muy a fondo y muy en serio.  No creo que estemos bien, ¿está claro lo que estoy diciendo? Creo que estamos en un momento muy difícil y que hay que dejar un poco de lado tensiones partidarias para poder pensar el país.

¿Creés que el kirchnerismo es una expresión del peronismo y no algo que se ha logrado diferenciar de eso o sí?, ¿o qué pensás de eso?
El peronismo se ha dicho de múltiples maneras (risas). Yo creo que se ha separado del peronismo, creo que ya tiene otro color, otra característica propia. Pero bueno, no sé, el peronismo es muy… se ha llamado a muchas cosas peronismo en este país. A ver, kirchnerista no soy, si es la última pregunta que tienen, kirchnerista no soy.

No, no tenemos esa pregunta.
Creo que realmente hay que hacer las cosas de otra manera y, por lo tanto, creo que hay que pensar la política.  El hecho de que haya votado al socialismo, insisto, no es porque esté completamente de acuerdo.

Bueno, es interesante ver una similitud, digo, Navarro planteaba con respecto a la experiencia política actual, él no considerándose… bueno, su experiencia política fue diferente, pero en la actualidad él ve una crisis en los partidos políticos y eso hace que él considere que hay que generar una experiencia política diferente.
Sí, yo estoy de acuerdo con eso. Si lo vamos a lograr, no sé; pero creo que sí, que hay que lograrlo. Y donde los argentinos en general nos comprometamos con eso. Me parece que pasa también con lo que es la participación de la gente, la seriedad de la gente, con la convicción en ciertas cosas.

¿Cuándo empezaste a estudiar filosofía, había la misma cantidad de mujeres que de hombres? ¿Se notaba alguna diferencia?
Cuando yo empecé a estudiar éramos bastante parejos. En mi curso, probablemente, hubo más mujeres, pero, a ver, ¿en qué número? De diez que podríamos haber sido, cuatro eran varones. Y después, en otros cursos, era más o menos lo mismo.

¿Y actualmente te parece que se sigue manteniendo, a partir de tu experiencia como docente?
Sí. A ver, nunca me puse a mirar mucho eso. No me da la impresión de un predominio, como veo en ciencias de la educación, que son casi todas mujeres.

Nosotros tenemos justo la experiencia de que en nuestro año fuimos todas mujeres.
Pero si vos lo miras en su conjunto me parece que no es tan así, que hay un cierto equilibrio.  

Y después la otra pregunta es si consideras que para una mujer que quiere dedicarse a la filosofía hay ciertas limitaciones de distinto orden.
¿Limitaciones de orden cult… a ver, intelectual, social?

Lo dejamos abierto a ver qué nos decís vos.
Sí, ustedes me hicieron esa pregunta y me acordé inmediatamente  de un libro que ya lejos y hace tiempo leíamos, que se llamaba Hombre y Mujer y sostenía que los hombres son intelectuales, conceptuales, etcétera, las mujeres son emotivas.  Y… no, eso me parece que es totalmente falso. No creo que haya rasgos de género. Creo que tiene que ver con una cuestión de educación y de las posibilidades culturales que han tenido las mujeres. No creo que psicológicamente haya diferencias en eso, no lo veo. Por supuesto, las mujeres tienen en su vida lo que conversábamos hoy: tienen los partos y que amamantar hijos y eso marca una diferencia. Pero no creo que sea una diferencia como para que funcione como obstáculo…. Bueno,  llegaremos más tarde, nada más; pero no creo que sea una diferencia sustancial y menos ahora que  lo que pudo haber sido antes;  hace un tiempo en el que  si bien todos pensábamos que no había diferencias, arrastrábamos ciertas pautas culturales, como que los hombres hacían ciertas cosas y las mujeres otras.

¿Crees que fue superado?
En buena parte sí. A mí no se me ocurría verlo a mi papá planchando o haciendo la comida, por ejemplo; o a mi marido planchando o cosiéndose un botón.  A mí misma me parecía que no podía ser; pero vos ves que ahora los chicos hacen todas esas cosas. Antes teníamos más prejuicios.

A mí me parece que sigue pasando, incluso siento que a veces me pasa, que hay un machismo instalado en la propia psicología de uno, de la experiencia con tu familia, con tus viejos…
Son cosas que uno arrastra, no es tan fácil. Por más que lo piense, no es tan fácil romper con ciertos hábitos que son familiares. Pero no creo que eso tampoco sea un obstáculo para decir: no pude hacer mi carrera por…

Sí, que sea como el motivo de tu realización personal…
No, no creo; conozco a muchas mujeres, colegas, incluso las de mi edad con muchos hijos que han hecho su doctorado tempranamente, que han hecho muy buena carrera. También, por supuesto, depende de opciones y organizaciones. No creo que pueda ser argumento ni para uno mismo decir  que por atender una familia no se  pudo hacer una carrera. Llegás más tarde a lo mejor, pero eso es todo. Y creo que hoy muchas mujeres han mostrado las posibilidades de hacer filosofía. No sé cómo lo ven ustedes.

Empezamos a pensar más temprano estas preguntas y pensamos en la historia de la filosofía…
…pero ahí las mujeres no iban a la escuela!

Claro… y ahí dijimos, a ver, ¿qué pasa en otras disciplinas? Y es lo mismo.
La educación de las mujeres era muy restringida. ¿Qué querés, que salieran filósofas?, ¿o científicas? No; es una cuestión de educación.

Entonces, sin duda, toda la transformación que hubo en el siglo XX con relación a los derechos de las mujeres es algo difícil de dimensionar.
Sí, sin duda. Y si no ¿qué estudiaban las mujeres? Maestra, y punto. Y  eran consideradas  intelectuales por ser maestras. Ya era como una escala superior estudiar medicina. Claro, por supuesto que hubo excepciones. Son contadas con los dedos las excepciones que hicieron carreras científicas, por ejemplo. La educación era diferente.

…actualmente en algunas ingenierías se empiezan a ver mujeres, pero en comparación con los hombres son pocas.
En ingeniería química había muchas mujeres;  yo di clases un tiempo ahí, no eran pocas.

….pensaba en sistemas, mecánica.
He visto  recientemente estadísticas de la universidad y dicen que hay más mujeres que varones.

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